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Campaign News | Thursday, 7 May 2009

Interview in Spanish from Cuban national weekly

Impulsan en el Reino Unido solidaridad con Cuba

Rob Miller, director de la Campaña de Solidaridad con Cuba en el Reino Unido, conversó con JR sobre las acciones para modificar positivamente la política británica hacia la Isla

Por: Luis Luque Álvarez

El canciller británico, David Miliband, debe de tener sobre su buró algunas postales con el tentador paisaje de una playa cubana. «¿Le gustaría estar aquí?», es la pregunta acompañante. Y en el interior, el remitente invita: «Querido David, me gustaría que fueras a Cuba este año para mostrar de una vez y por todas que el Reino Unido es serio en cuanto a su deseo de relacionarse con la Isla y tener una política independiente respecto a EE.UU.».

¿Por qué es necesario enviarle una postal tan sui generis? Rob Miller, director de la Campaña de Solidaridad con Cuba en Gran Bretaña, nos explica: «El gobierno ha declarado públicamente que no enviará ministros en visita a Cuba a menos que estos se entrevisten con contrarrevolucionarios. Es una postura equivocada. Cuando los españoles, los irlandeses, los representantes de muchos países, incluidos varios de la UE, vienen a Cuba, ¿por qué el gobierno británico sigue aún la fracasada política de George W. Bush?».

-¿Cómo percibe a Cuba el público británico?

-Como sabes, unos 200 000 británicos vienen a Cuba cada año en sus vacaciones. Pasan un buen tiempo aquí, y se llevan una buena impresión, particularmente de la gente. Pueden constatar sus niveles de salud y educación. Los británicos conocemos la música cubana, sus bailes típicos, el ballet. Luego la visión de Cuba es muy, muy favorable.

«Nosotros, en la Campaña de Solidaridad, queremos impulsar a la gente a venir a Cuba, a conocer a su pueblo, a percibir la realidad de un país que vive con dificultades bajo el bloqueo de Estados Unidos, y queremos que, a la vuelta, le ofrezcan esa información al gobierno del Reino Unido, para que comprenda que el pueblo británico y el cubano tienen mucho más en común que lo que tendrían otros muchos pueblos en el mundo.

«Lamentablemente, a veces nuestro gobierno se rezaga en su relación con Cuba. Además, está la Posición Común de la Unión Europea, de 1996, por lo que tenemos que trabajar muy duro con los miembros del Parlamento británico, con los sindicatos, para inducir al gobierno a adoptar una posición positiva».

-Un vicecanciller vino en 2005, durante el gobierno de Tony Blair...

-Sí, fue Bill Rammell. Nosotros habíamos desarrollado una campaña para presionar al gobierno para que sus representantes vinieran, e impulsamos una moción parlamentaria que firmaron 202 diputados -laboristas, conservadores, liberales, nacionalistas-, en la que abogaban por un mayor entendimiento con Cuba, específicamente en cuanto a comercio, porque el comercio británico con la Isla había descendido un 45 por ciento entre 2001 y 2005.

«Así, mientras las declaraciones oficiales eran de rechazo al bloqueo, como en la ONU, y de entendimiento positivo, en realidad ocurría lo opuesto. Gran Bretaña se alejaba más y más de Cuba; entonces vino Rammell, bajo presión de sectores del Partido Laborista, pero también del Partido Conservador.

«Y bien, ahora mismo estamos en la campaña “¿Le gustaría estar aquí?”, para invitar al gobierno británico a venir nuevamente a Cuba. La hermosa postal va dirigida a David Miliband, el ministro de Exteriores; será firmada por decenas de miles de personas en Gran Bretaña, y enviada a él, para preguntarle: “¿Cuál es la diferencia con Cuba? Ve allá, discute con su gobierno, discute con su pueblo. Incluso los amigos discuten, pero sobre las bases del respeto mutuo, y lo más importante, sin precondiciones”».

«Ahora se está alistando otra moción en tal sentido. Antes de mi viaje aquí, la habían firmado 99 parlamentarios, incluidos conservadores, y el viernes ya eran 106. De seguro obtendremos 150, 190, o 200 y un poco más, para este instrumento que llama específicamente al ministro Miliband a venir a Cuba, a hablar sobre todos los tópicos. Este es un buen momento para hablar con Cuba, que es bienvenida en muchos países, y no para poner obstáculos tontos. La conducta actual del gobierno británico no tiene sentido».

-¿Cómo la Campaña promueve la solidaridad con Cuba?

-Debo decirte que contamos con miles de miembros, pero el elemento vital para el éxito de la solidaridad es la estrategia de trabajar con los sindicatos. Al principio solo tres estaban afiliados a la Campaña, pero cada año aumentamos el número, y hoy suman 25. Esa cifra representa el 94 por ciento de todos los sindicatos británicos, lo que es decir seis millones de trabajadores.

«Así, podemos hablar con el gobierno, con David Miliband, con los miembros del Parlamento, a todos los niveles. Esto nos da una voz, pues los sindicatos tienen una relación directa con el Partido Laborista, que fue formado por los sindicatos. Incluso hoy, miembros de ese partido reciben dinero de aquellos, y también el gobierno laborista recibe importantes fondos. Tenemos cierta capacidad de presión, que puede ser utilizada a través de la campaña. Y es importante señalar que dos presidentes de sindicatos y cuatros secretarios generales, acaban de visitar Cuba.

-Tengo entendido que ustedes han organizado una gran festividad por los 50 años de la Revolución...

-Estamos trabajando hace tres años en la preparación de esta celebración. Tendremos un festival cultural llamado CUBA50, en junio. Habrá conciertos en Londres -con Pablo Milanés, Harold López-Nussa, los Van Van, el Changüí de Guantánamo, la orquesta Aragón, entre otros-, y tendremos a muchísimas figuras de visita, además de decenas de miles de personas en la capital celebrando los 50 años de la Revolución y los logros por los que los cubanos y tantos otros se sienten orgullosos de Cuba.

«Podemos hablar de unos 200 eventos en todo el Reino Unido, no solo en la capital, sino en otros sitios de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, desde actividades pequeñas, quizás para 50 personas, hasta otras, en las que participarán decenas de miles. Pensamos que será un éxito».

-Por último, ¿qué acciones desarrolla la Campaña a favor de la liberación de los cinco antiterroristas cubanos presos en EE.UU.?

-Estamos trabajando duramente por esta causa desde hace ocho o nueve años. Hemos recibido a Olga Salanueva, a Adriana Pérez, y a los abogados Leonard Weinglass y Paul McKenna, y hemos ido a varios sitios del país para ayudarlos a desarrollar su trabajo y divulgar el caso. Por ejemplo, el pasado año, Olga y Adriana acudieron a la Conferencia del Partido Laborista, y se reunieron con las más altas personalidades del gobierno que les fue posible.

Asimismo, un grupo de sindicalistas y yo sostuvimos en una reunión con el ministro Miliband, cara a cara, para plantearle directamente el caso de los Cinco, y él estuvo de acuerdo en escribirle a Condoleeza Rice (entonces secretaria de Estado de EE.UU.) acerca de este tema. Esperamos que ahora haga lo mismo con Hillary Clinton, pero enfocado principalmente en el asunto de las visitas de las esposas. Es un asunto de humanidad.

«También hemos trabajado para una visita de secretarios generales de los sindicatos británicos a EE.UU. Allí me he reunido con líderes sindicales norteamericanos y les he presentado el caso. Ahora esos sindicatos le han escrito a Hillary Clinton. Es un gesto muy valioso.

«Debo añadir que recientemente gestionamos para obtener las firmas de 90 miembros del Parlamento para pedirle a la Corte Suprema de EE.UU. que examine el caso de los Cinco, y también conseguimos la firma de Mary Robinson, la ex presidenta de Irlanda, algo muy positivo. Y así, poco a poco, vamos incrementando la presión, para que nuestro gobierno actúe, porque es un asunto humanitario, que va más allá del conflicto entre EE.UU. y Cuba».



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